viernes, 9 de julio de 2010

De chanclas por Washington

Cuando les he visto desembarcar del autobús y entrar al cine, tenía claro qué periodistas eran de Los Ángeles y cuáles de aquí sólo por ver cómo vestían. Porque ¿quién se va a poner chanclas en Washington para ir a trabajar?

Me refiero a una curiosa rueda de prensa que ha traído al glamuroso mundo angelino a la aburrida y gris Washington. Aquí manda la formalidad, como ya comenté, y vestirse para ir al trabajo es para muchos ponerse el uniforme. Enseguida me ha alegrado ver gente vestida con colores y sonriente, aunque lo que más me ha impactado ha sido la conversación de la sobremesa.

Según me contaba una compañera que vive cuatro años en "la meca" del cine, después de esa ciudad, nada puede ser más divertido para trabajar como periodista. Que en Washington les paguen el avión, una suite presidencial en un hotelazo del barrio más pijo de la capital, cena y transporte en la ciudad, y un tour en plan turistas es prácticamente lo mínimo a lo que están acostumbrados.

Tres días en un resort en la playa, sí. Cenas de gala y viajes pagados a donde vayan las estrellas. Y más, mucho más. No todas las empresas lo aceptan. Muchos medios de comunicación prohíben por ética periodística ese tipo de tratamiento especial, pero otros aceptan esa vida de reyes. Toca adaptarse a ella y tragar alguna indigestión cinéfila por demasiadas americanadas, si quieres "construir relaciones" y conseguir entrevistas.

¿Y qué pasa con el resultado periodístico? Se nota, me comentaban. Se nota....

No hay comentarios:

Publicar un comentario